Estas destrozando tu coche y no lo sabías
En muchas ocasiones, las manías, malos hábitos o simplemente acciones que realizamos de forma inconsciente al momento de conducir, son las responsables de que la vida útil de nuestro coche se vea mermada a raíz de averías que poco a poco van desmejorando los componentes del vehículo.
La tecnología avanza y con ello encontramos en el mercado coches cada vez más fiables y seguros. Pero no basta sólo con adquirir un coche de marca fiable pensando en que nos durará varios años, también debemos tomar conciencia sobre los daños que nosotros mismo generamos por descuido, imprudencia o dejadez.
Te traemos una guía con los principales “malos” hábitos que están restando vida a tu coche. Sigue estas recomendaciones y tanto tu vehículo como tu bolsillo te lo agradecerán.
-No calentar el motor lo suficiente
Al arrancar el coche, el motor necesitará de algunos segundos para alcanzar una temperatura ideal que permita que el aceite fluya de forma más adecuada y consiguiendo así una mejor lubricación de los circuitos.
Esta espera, también permite que el coche alcance su temperatura ideal y que elementos como el líquido refrigerante, transmisión, frenos y la dirección también logren un nivel óptimo para su funcionamiento
-Apurar hasta la última gota de combustible
¡Si, lo sabemos!, la gasolina está muy cara, pero exprimir hasta la última gota de combustible sólo te traerá problemas mayores y al final te resultará más costoso.
Este mal hábito hace que la bomba de gasolina no refrigere correctamente por lo que necesitará hacer un mayor esfuerzo para poder absorber el combustible, pudiendo generar averías en los inyectores y el filtro. Lo ideal es repostar cuando quede cerca de un cuarto de combustible en el depósito e intenta llenar el tanque lo máximo posible para no tener que volver cada dos o tres días.
-Ten al día los tiempos de mantenimiento
Se debe respetar el programa de mantenimiento recomendado por cada fabricante. Estas revisiones programadas garantizan el buen funcionamiento del coche y su durabilidad.
El mantenimiento periódico del vehículo previene las principales averías tan sólo con hacer el cambio de aceite, las bujías y correas, así que lleva una agenda de cuáles son los tiempos recomendados para tu coche.
-No te olvides de tus neumáticos
Tal vez seas de esos que sólo se acuerda de revisar la presión de los neumáticos cuando realizaras un viaje largo por carretera. ¡Lo estás haciendo mal! No controlar su presión periódicamente puede aumentar su desgaste, riesgo de que revienten e incluso aumentar el consumo de combustible.
Al aparcar, evita montar los neumáticos en el borde de la acera ya que este tipo de roce produce averías importantes que pueden generar reventones y fallos en la suspensión. Intenta hacer una revisión al mes de tus neumáticos para controlar sus niveles de presión.
-Retira la mano de la palanca
¡Una manía muy común entre los conductores! Mantener la mano sobre la palanca de cambios genera una presión perjudicial para el mecanismo de la caja, lo que ocasiona el desgaste de los rodamientos y sincronizadores. Así que guarda esa manita y usa sólo cuando necesites hacer cambio de marcha, tu coche te lo agradecerá.
-No te olvides del exterior
Presta atención y cuidado también al exterior de tu coche, así evitaras que la pintura se corroa o se vuelva pálida. Para ello, haz uso de los productos de limpieza adecuados y protege las partes eléctricas del contacto con ellos.
En verano, intenta protegerlo tu coche del sol y en invierno de la sal usada en las carreteras. Al menos una vez al año puedes realizar la limpieza del motor.
Siguiendo estas sencillas recomendaciones lograrás aumentar considerablemente la vida de tu coche. Si te identificas con algunas de estos hábitos, entonces ya va siendo hora de que las dejes a un lado.