Superar la ITV

Consejos para superar con éxito la ITV

Para muchos conductores, el día de la Inspección Técnica de Vehículos o la ITV como comúnmente se le conoce, es una de las citas más temidas ya que, como todo examen, tenemos la incertidumbre de lo que pueda pasar. Sin embargo, si tu coche es relativamente nuevo y no te has saltado ninguna revisión programada, entonces no tienes nada que temer.

Superar con éxito la ITV significa que nuestro vehículo presenta las condiciones óptimas para poder circular. Si tu coche tiene una antigüedad de 4 a 10 años, la inspección debe hacerse cada dos años. Posteriormente, la cita con la ITV será anual.

Cuanto más tiempo tenga tu vehículo, es normal que pueda presentar algunos fallos o desperfectos, y estos son los que precisamente nos pueden jugar una mala pasada durante la inspección. Para poder superarla es necesario tomar en cuenta los elementos que son clave para garantizar la seguridad de nuestro coche.

Aspectos a tener en cuenta

Hoy te hemos traído algunos consejos básicos para que la próxima vez que tengas revisión, puedas superar con éxito la ITV

Antes de tu cita con la ITV, revisa que el nivel de aceite sea el correcto, en caso contrario, si es necesario realiza el cambio de aceite. Si te preocupan las emisiones del coche puedes optar por cambiar el filtro del aire. Comprueba que en el tablero no se encienda ningún indicador de fallo o advertencia.

Inspecciona todo lo relativo a los frenos, sonidos extraños que puedan estar haciendo, que el nivel del líquido de frenos sea el correcto o problemas con el pedal o con la palanca del freno de mano. Es recomendable revisar los amortiguadores cada 20.000 kilómetros y su reemplazo debe hacerse al superar los 80.000 kilómetros. No te olvides de este elemento tan importante antes de acudir a tu cita de ITV, por ello debes constatar que estén en el mejor estado posible.

Revisa el funcionamiento de tus luces e intermitentes, ya que en ocasiones esta es una de las razones por la que muchas inspecciones no son aprobadas. Comprueba también que los paragolpes se encuentre bien anclados y que no estén rotos.

El estado de los retrovisores también es muy importante. Asegúrate de que estén bien sujetos a la estructura y de que el espejo no este roto. Comprueba que el cristal del parabrisas tampoco presente roturas, especialmente si están a la altura de la visión del conductor.

Muchos olvidan revisar el estado de sus neumáticos y luego se lamentan no haber pasado la ITV. Debes vigilarlos e inspeccionarlos regularmente chequeando que su nivel de presión sea el adecuado y que la profundidad del dibujo sea superior a 1.6 mm.

No pases por alto la matricula la cual debe estar en buen estado, y que sus números y letras se puedan leer correctamente. Verifica que el material reflectante esté en condiciones óptimas.

No olvides el interior de tu coche, especialmente los asientos y cinturones de seguridad. En los primeros, verifica que estén bien sujetos y con respecto a los cinturones, comprueba que se bloqueen correctamente cuando tires con fuerza de ellos. El día de tu revisión, acude con tu coche limpio, tanto por dentro como por fuera, esto también influye en la evaluación del inspector.

Por último, no olvides que es obligatorio presentar el último informe de la ITV y tener la pegatina de validez en la parte superior derecha del parabrisas del vehículo; en caso contrario te podría caer una buena multa.