La principal sociedad científica del país expresa su preocupación respecto al uso que algunos segmentos de la población adolescente y joven hacen de unos recursos sanitarios limitados: pese a que la población española está mayormente sana, entre 2014 y 2023 la frecuentación ha aumentado un 14% y se mantiene en niveles similares a los de la pandemia en el contexto pospandémico
La semFYC, principal sociedad científica de Medicina de Familia y Comunitaria en España, ha hecho un llamamiento a la Administración para que impulse un conjunto de medidas urgentes y específicas de alfabetización en salud dirigidas a distintos grupos poblacionales. Este enfoque tiene como objetivo dotar a la ciudadanía de las herramientas necesarias para gestionar su salud de forma autónoma y responsable, y aliviar así una presión sobre el sistema sanitario que no se ha contenido tras la pandemia de COVID-19.
El aumento en la frecuentación de consultas programadas, especialmente en segmentos adolescentes y jóvenes, pone de manifiesto la necesidad de acciones que promuevan la autogestión de la salud y el uso responsable de los recursos sanitarios. Entre 2014 y 2023, la frecuentación en los grupos de edad de 15 a 24 años ha experimentado aumentos significativos, con un incremento del 15% para el grupo de 15-19 años y del 16% para el grupo de 20-24 años, situando el nivel de uso en parámetros que no se han reducido significativamente tras la pandemia.
«Es fundamental avanzar en estrategias de alfabetización en salud que empoderen a los jóvenes y les proporcionen herramientas para gestionar su bienestar de forma proactiva, evitando una carga innecesaria en los servicios de Atención Primaria», señala la presidenta de la semFYC, Remedios Martín.
Cambio de modelo en Atención Primaria
Con la entrada inminente de los primeros miembros de la generación del «baby boom» en la franja de los 60 años, la semFYC advierte que la demanda de servicios de Atención Primaria se verá notablemente incrementada debido al aumento de enfermedades crónicas y patologías asociadas a la edad.
A partir de los 60 años, ciertas patologías crónicas muestran un aumento notable en su prevalencia bruta, reflejando el impacto del envejecimiento en el estado de salud de la población. Entre las patologías que se destacan, según datos públicos y recientes del Informe Anual del SNS 2023 del Ministerio de Sanidad, las enfermedades cardiovasculares como la cardiopatía isquémica cuya prevalencia se incrementa considerablemente con la edad, afectando a más de 100 por cada 1.000 hombres mayores de 70 años; las enfermedades cerebrovascular, que a partir de los 40 años, la prevalencia de la enfermedad cerebrovascular también empieza a mostrar un incremento sostenido, alcanzando a más de un 10% de las personas de 85 años y mayores; las neoplasias, como el cáncer de colon y recto y los tumores malignos de tráquea, bronquios y pulmón, muestran un incremento relevante en mayores de 65 años; o la EPOC cuya prevalencia aumenta con la edad, afectando a más del 10% de los hombres de 70.
Incremento en patologías crónicas con el envejecimiento según el Informe
Las proyecciones de población del INE indican que, para el año 2030, el grupo de personas mayores de 65 años representará el 30% de la población en España. Este incremento en la proporción de adultos mayores se enmarca dentro de una tendencia sostenida de envejecimiento demográfico, que también llevará al país a tener una alta tasa de dependencia en comparación con otros grupos etarios. Las consultas en Medicina de Familia y Enfermería se incrementarán proporcionalmente en este segmento.
Los datos analizados por la semFYC y que cobren desde 2008 hasta 2023, actúan como vigía: la frecuentación en el grupo de 60-64 años ha aumentado un 39%, y en el de 55-59 años un 55%, lo que ilustra claramente la necesidad de adaptación a esta demanda creciente.
El futuro de la Atención Primaria señala la presidenta de la semFYC, «requiere una transformación radical hacia una estructura que supere el enfoque médico-céntrico, dando paso a un modelo de trabajo en equipos multidisciplinarios formados por médicos, enfermeros y personal administrativo sanitario. En este modelo, los médicos de familia desempeñan el rol de coordinadores de la atención integral y longitudinal, mientras que los enfermeros se enfocan en la prevención y en el manejo de pacientes crónicos estables, así como en el seguimiento programado. El personal administrativo, por su parte, facilita la gestión de citas y la optimización de recursos, asegurando que el paciente reciba la atención más eficiente posible». Es el modelo que la principal sociedad médica del país lleva reclamando desde hace años.
Para que este modelo funcione de forma óptima, la semFYC destaca la importancia de una financiación finalista que permita la distribución adecuada de recursos en función de las necesidades reales de la población. «Este cambio de modelo no solo debe implicar un reajuste en la forma de trabajar, sino también una reconfiguración estructural y financiera que garantice la sostenibilidad del sistema», apunta la semFYC.
Una población de mayores de 90 años en crecimiento exponencial: Un desafío para la Medicina Familiar y Comunitaria
El crecimiento acelerado de la población de más de 90 años representa otro reto importante para el sistema sanitario. Actualmente, la Medicina de Familia y Comunitaria está al frente de la atención a pacientes con pluripatología compleja, multimorbilidad y fragilidad, condiciones que requieren un seguimiento continuado y adaptado a sus necesidades específicas. Las proyecciones del INE muestran que esta franja de edad es una de las que más crece, lo que lleva a un aumento exponencial de la demanda asistencial para personas en situación de alta dependencia y vulnerabilidad clínica.
«Nuestros médicos de familia son los principales responsables de atender a muchos de estos pacientes, que presentan pluripatologías y fragilidad, y coordinamos con el resto de profesionales sanitarios la atención que necesitan. Este incremento en la población longeva nos exige repensar los recursos y reforzar los servicios de atención domiciliaria y el acceso a cuidados paliativos especializados», explica la semFYC.
Alfabetización en salud como estrategia preventiva: una propuesta integral
Además de cambios internos, ahora la semFYC va más allá y propone a la Administración la implementación de un plan de alfabetización en salud adaptado a las necesidades de cada grupo poblacional, desde campañas de prevención y autocuidado hasta la inclusión de asignaturas de salud en los currículos educativos de primaria y secundaria. «Necesitamos impulsar el autocuidado y los hábitos de vida saludables en los más jóvenes, al mismo tiempo que dotamos a la población adulta de herramientas que les permitan gestionar su salud y reducir la dependencia de los recursos sanitarios», subraya la sociedad científica.
En este contexto, la semFYC sugiere campañas de comunicación masiva para educar a la población en prácticas de autocuidado clínico y el desarrollo de competencias para el manejo de enfermedades crónicas en los hogares. «La alfabetización en salud es un componente esencial para la sostenibilidad del sistema sanitario. Empoderar a la ciudadanía con conocimiento y habilidades es el primer paso hacia una atención más eficiente y un uso racional de los recursos», concluye la sociedad científica.
Fuente Comunicae