¿Realmente funciona la electroestimulación?
La electroestimulación es un método de entrenamiento que cada vez parece ponerse más de moda en la ciudad. Como ejemplo de ello vemos la proliferación de centros especializados que te prometen que adelgazarás y esculpirás tu cuerpo con un pack de sesiones de 20 minutos, difícil de creer ¿no?
La electroestimulación nos hace recordar a esos cinturones que solía promocionar la Teletienda y que aseguraban que usándolos conseguirías un Cuerpo 10 mientras estabas tumbado viendo la tele desde la comodidad de tu hogar. ¡Vaya timo! Entonces, ¿Por qué deberíamos creer que este “nuevo” método no será más de lo mismo?
Empecemos por decir que éste, es un entrenamiento integral que mediante el uso de un traje especial, se transmiten impulsos de corrientes eléctricas que llegan a las capas musculares que, por lo general, son más difíciles de trabajar con el entrenamiento convencional. Este tipo de impulsos generan una contracción en el músculo, favoreciendo a su fuerza, potencia y crecimiento.
La electroestimulación por sí sólo no funciona. Para ello debes acompañarla con una rutina de ejercicios en sesiones de 20-25 minutos, de esta manera multiplicas el esfuerzo a la vez que ahorras tiempo. Esta práctica equivale a 90 minutos de entrenamiento en un gimnasio convencional.
Es fundamental que durante estas sesiones se cuente con la orientación de un entrenador personal, quien será el mejor guía aconsejando sobre los ejercicios que se deben realizar y ajustando las intensidades de acuerdo al musculo que se esté trabajando.
Si estas buscando perder peso, la electroestimulación puede ser tu opción. Los ejercicios cardiovasculares que se realizan durante las sesiones son muy efectivos y sus resultados se notan rápidamente. ¡Ojo! Recuerda que todo entrenamiento debe ir acompañado de una alimentación equilibrada, de lo contrario, seguirás tirando tu dinero a la basura. ¡Ningún método es milagroso!
Pero no todo son ventajas
La electroestimulación también tiene sus contraindicaciones y sus riesgos, a pesar de parecer un método muy pasivo de entrenamiento. No todo el mundo puede usarla, e incluso puede sentar mal a personas que abusen de ella.
Un mal uso de la electroestimulación puede afectar nuestro patrón de sueño debido a la alteración y excitación que puede ocasionar en el cerebro, dando como resultado que nos cueste conciliar el sueño o que pasemos la noche en vela. A esto también agregamos que puedes pasarte hasta 6 días con agujetas por el uso inadecuado de los programas.
Este método no puede ser utilizado por mujeres embarazadas, ni en niños en pleno crecimiento ya que podría ocasionar daños en las fibras musculares. Tampoco es recomendable que personas con marcapasos, patologías cardiacas y enfermedades como la diabetes o epilepsia hagan uso de la electroestimulación.
Asimismo, deben renunciar a esta terapia las personas con heridas recientes ya que los electrodos pueden afectar el proceso de cicatrización además del obvio dolor que generarían sobre la zona sensible. Por estas razones es muy importante informarte y asesorarte con profesionales médicos que valoren tu estado antes de decidirte por este tipo de entrenamiento.
Además, por desgracia, este método no es económico, pero en vista de su masificación y la proliferación de centros dedicados a la electroestimulación, esperemos que en un futuro no muy lejano sus precios sean más asequibles.
Independientemente de cuál sea tu opción de entrenamiento, mantente constante y ten paciencia porque los resultados no son inmediatos.
