El sistema digestivo es fundamental para absorber nutrientes, reforzar el sistema inmunológico y regular la salud mental y metabólica. El Dr. Richard Allison, nutricionista de Herbalife y exdirector de Nutrición del Arsenal Football Club, destaca la importancia del equilibrio intestinal para el bienestar integral y recomienda incorporar prebióticos y probióticos a través de la dieta y suplementos, además de una alimentación rica en fibra, hidratación adecuada y ejercicio regular
En el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva, que se conmemora el 29 de mayo, Herbalife, marca líder global en nutrición activa y bienestar, se une a la celebración ofreciendo respuestas a preguntas clave para optimizar el funcionamiento del sistema digestivo. El Dr. Richard Allison, reconocido nutricionista de Herbalife y exdirector de Nutrición de Alto Rendimiento del Arsenal Football Club, destaca el papel crucial que desempeña la salud gastrointestinal en el bienestar integral y brinda recomendaciones esenciales para mantener un equilibrio digestivo adecuado.
El sistema digestivo desempeña un papel fundamental en el funcionamiento general del organismo, ya que se encarga de descomponer los alimentos para extraer y absorber los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita para producir energía, crecer y mantenerse saludable. Además, alberga una gran parte del sistema inmunológico y una extensa red de microorganismos beneficiosos que influyen directamente en la salud metabólica, mental y emocional.
«El intestino, a menudo subestimado, tiene un impacto significativo en funciones clave como la inmunidad, el estado de ánimo y los niveles de energía», afirma el Dr. Richard Allison. «Mantener un sistema digestivo equilibrado es clave para el bienestar integral y la prevención de diversas enfermedades».
¿Probiótico o prebiótico?
Cuando se habla de salud intestinal, es común escuchar sobre prebióticos y probióticos, dos elementos esenciales para el buen funcionamiento del sistema digestivo, especialmente para el equilibrio del microbioma (el conjunto de microorganismos beneficiosos que habitan en el intestino).
Los probióticos son bacterias buenas que contribuyen a mantener la salud general del organismo, mientras que los prebióticos son tipos de fibra que actúan como alimento para estas bacterias, favoreciendo su crecimiento y actividad. Además de formar parte del organismo, los probióticos pueden obtenerse a través de alimentos fermentados y suplementos nutricionales.
Para aumentar el consumo de prebióticos, se recomienda incorporar a la alimentación diaria alimentos como plátanos, ajo, cebolla, tomate y frutos secos, mientras que, para incrementar la ingesta de probióticos, es aconsejable incluir alimentos fermentados, como bebidas tipo kéfir y kombucha, así como vegetales encurtidos, como el kimchi.
¿A mayor consumo de fibra, mejora salud digestiva?
Un buen indicador de un consumo adecuado de fibra es la regularidad en las visitas al baño. El hecho de ir una vez al día, de forma constante, suele reflejar un equilibrio apropiado entre la ingesta de fibra y líquidos. Si la frecuencia es mayor, podría ser señal de que se necesita incrementar el consumo de fibra. En cambio, si se evacúa con menos frecuencia de una vez al día, es posible que el cuerpo requiera una mejor hidratación para favorecer el tránsito intestinal.
Un adulto promedio debería consumir alrededor de 30 gramos de fibra al día. Esta puede obtenerse tanto de suplementos solubles —como geles o polvos— como de alimentos integrales ricos en fibra, entre ellos la avena, los guisantes, las alubias, las zanahorias y las manzanas.
¿El intestino, un «segundo cerebro»?
El intestino es conocido como el «segundo cerebro» debido al sistema nervioso entérico, una compleja red de neuronas en el tracto digestivo que se comunica de forma constante con el cerebro a través del eje intestino-cerebro. Esta conexión bidireccional, mediada por el nervio vago, hormonas, respuestas inmunitarias y microbios intestinales, permite que el estado emocional influya en la función digestiva y viceversa. Por ejemplo, el estrés puede causar malestar estomacal, mientras que un desequilibrio en el microbioma intestinal puede afectar la salud mental, influyendo en el estado de ánimo, la ansiedad o la inflamación. Este vínculo estrecho subraya la importancia de mantener un sistema digestivo saludable para favorecer también el bienestar cerebral.
Comer despacio y con atención permite que el cuerpo procese mejor los alimentos. Al hacerlo, el sistema digestivo tiene tiempo suficiente para enviar señales de saciedad al cerebro, lo que ayuda a evitar el consumo excesivo. Además, este ritmo pausado favorece la relajación, lo que también contribuye a una mejor digestión, a un funcionamiento óptimo del organismo.
¿Se sabía que el ejercicio físico regular puede favorecer la salud digestiva?
La actividad física regular no solo beneficia al sistema cardiovascular y muscular, sino que también favorece el funcionamiento del sistema digestivo. Durante el ejercicio, la contracción de los músculos y la respiración profunda estimulan el movimiento natural del intestino, facilitando el tránsito de los alimentos.
Además, al ser un eficaz reductor del estrés, el ejercicio puede ayudar a disminuir los trastornos digestivos relacionados con emociones negativas. En este sentido, muchas de las prácticas que promueven la salud general, como una alimentación rica en fibra procedente de frutas y verduras coloridas, el consumo de cereales integrales, una hidratación adecuada y la actividad física constante, también son esenciales para mantener una buena salud digestiva.
Una hidratación adecuada es fundamental para mantener el buen funcionamiento del sistema digestivo. Se recomienda el consumo de 8 tazas de líquidos al día en mujeres y, en el caso de los hombres, alrededor de 10. Sin embargo, estas necesidades pueden aumentar con la actividad física, por lo que es importante reponer líquidos adicionales durante y después del ejercicio.
¿Es recomendable el uso de suplementos para apoyar la salud digestiva?
El ritmo acelerado de la vida cotidiana puede dificultar el consumo regular de alimentos ricos en prebióticos y probióticos, a pesar de que muchos de ellos están fácilmente disponibles en la despensa. En estos casos, los suplementos pueden ser una herramienta útil para apoyar la salud digestiva. Los suplementos de fibra, que combinan fibra soluble e insoluble, pueden favorecer el tránsito intestinal y generar cambios positivos en pocos días. Por su parte, los suplementos probióticos también pueden ser beneficiosos, aunque su efectividad depende de factores como la cepa utilizada, la calidad del producto y la dosis.
La clave para obtener resultados efectivos con los suplementos es la constancia en su consumo. Los prebióticos pueden tomarse en cualquier momento del día, con o sin alimentos. En cambio, los probióticos se absorben mejor cuando se ingieren con el estómago vacío, ya que la acidez gástrica es menor y hay menos riesgo de que las bacterias beneficiosas se degraden antes de llegar al intestino.
