Grupo Capital reafirma su filosofía de inversión, liderada por Ricardo Enrique Ramos D’Agostino, basada en el análisis de valor y el rechazo a la especulación a corto plazo
Ricardo Enrique Ramos D’Agostino, asesor estratégico de Grupo Capital, sostiene una postura clara: la inversión no debe depender de predicciones diarias sobre el comportamiento del mercado, sino de una comprensión sólida de los fundamentos de cada empresa.
Desde su experiencia, invertir no se trata de anticipar si una acción subirá o bajará mañana, sino de evaluar si ese negocio merece ser parte de un portafolio a largo plazo.
Por eso, Grupo Capital ha adoptado un enfoque que se aleja de los movimientos especulativos y apuesta por decisiones sustentadas en la realidad económica de las compañías.
«No prestamos atención a si una acción sube o baja un 3% en un día. Lo que importa es si el negocio sigue teniendo las ventajas que tenía cuando decidimos invertir. Si es así, incluso una caída representa una oportunidad», afirma Ricardo Enrique Ramos D’Agostino.
La especulación no forma parte del proceso
A diferencia de otros actores del mercado que reaccionan a las oscilaciones del precio, Grupo Capital no basa sus decisiones en los cambios diarios de cotización.
Esta filosofía responde a la idea de que las acciones son inseguras a corto plazo, pero bastante seguras cuando se analizan con una perspectiva de largo plazo.
El enfoque es claro: no se intenta predecir el mercado, se intenta entender el negocio. De allí la importancia de observar con atención su historia, su rentabilidad y la manera en que gestiona su capital.
Subidas o bajadas: ambas son bienvenidas
Grupo Capital interpreta los movimientos del mercado desde una lógica de valor, no de reacción. Si el precio de una acción baja, eso no implica un error, sino una oportunidad para adquirir más participación en un negocio que sigue siendo sólido.
«Es como si cada semana compraras arroz a 2 euros y un día lo ves a 1 euro. Si tienes dinero, comprarías más, no menos. Con las acciones sucede lo mismo. Si bajan y el negocio sigue siendo bueno, es una oportunidad», ejemplifica Ricardo Enrique Ramos D’Agostino.
Por el contrario, si una acción sube, representa una mejora en la valoración de los activos ya adquiridos. En cualquiera de los dos escenarios, la clave está en mantener el foco en el análisis de fondo del negocio y no en el ruido del mercado.
Una filosofía de largo plazo
Este modelo de inversión rechaza el cortoplacismo. Grupo Capital no persigue modas bursátiles ni reacciona con ansiedad a los cambios de tendencia.
En lugar de eso, construye su estrategia sobre la base de negocios que puedan sostenerse en el tiempo, con gestores estables, estructuras financieras sanas y ventajas competitivas claras.
La meta no es ganar hoy, sino generar rentabilidad compuesta a lo largo del tiempo. Por eso, en lugar de tratar a las acciones como un juego de azar, Grupo Capital las analiza como oportunidades de asociación en negocios que puedan crecer con el paso de los años.