Lo bueno y lo malo de los coches autónomos
La era tecnológica va a todo motor y los coches del “futuro” ya están aquí para hacer nuestra vida más fácil y práctica. Las grandes compañías como Ford, Nissan, Tesla, e incluso Google y Apple, no descansan por lanzar al mercado los coches más innovadores entre ellos los autónomos, es decir, vehículos que no requieren de las maniobras de un piloto para poder ser conducido.
Este tipo de coche, funciona mediante un potente ordenador que hace las veces de conductor y que en conjunto con un sistema de sensores programados, analiza el entorno del vehículo y procede a tomar decisiones sobre qué hacer.
La industria de los automóviles está revolucionada con el desarrollo de prototipos de coches autónomos. Tal es el caso de Google, que ya ha presentado un modelo bajo prueba que funciona mediante el uso de satélites que guían el camino del carro y lo ha puesto a rodar en Mountain View, Estados Unidos.
Por su parte, el innovador fabricante de coches eléctricos, Tesla, también ha dado un salto hacia la conducción autónoma con su Model S, integrado con una opción de «piloto automático” avanzada capaz de gestionar velocidades, frenado y cambio de carril automático.
Lo bueno
Los coches autónomos se valen de una tecnología que permita una conducción más precisa, que no dé lugar a errores. El ordenador especializado con el que cuentan al igual que sus sensores, permiten calcular las distancias de seguridad, los cambios de velocidades y de frenado de forma segura y efectiva. Aparentemente atrás quedaran los días de dormirse o despistarse tras el volante.
Estos vehículos ofrecen la facilidad de aparcamiento sin la necesidad de que el conductor este dentro del mismo. Lo que podrá ahorrar tiempo, sobre todo cuando tenemos que llegar a nuestro destino con rapidez y no conseguimos un sitio disponible.
La conducción más eficiente permitirá disminuir los problemas de tráfico en las grandes ciudades. Aunque seguramente se manejaran a una velocidad más baja de la acostumbrada, la mejor coordinación entre los coches evitará la generación de atascos.
Como si se tratase de un película de sci-fi, es muy probable que incluso el diseño de los coches cambie radicalmente para hacerlos más adaptable a sus nuevas funcionalidades. Tal vez vengan integrados sistemas de entretenimiento para que los pasajeros solo tengan que relajarse hasta llegar a su destino.
Todas estas prestaciones hacen que confiemos cada vez más en la tecnología que nos ofrecen los futuros coches autónomos.
Lo malo
En principio su principal inconveniente al entrar al mercado será su elevado costo lo que no permitirá que estos coches estén al alcance de todos. Sin embargo, con el paso del tiempo, el aumento y el lanzamiento de nuevo modelos, es probable que se abaraten. Tocará esperar al menos algunos cuantos años.
También existe la posibilidad de que, al igual que todo sistema programado, estos coches puedan dejar de funcionar o presentar errores en su código, lo que pudiera dar lugar a accidentes de tránsito.
Este tipo de coche debe ser eléctrico, o de lo contrario podría generar problemas serios de contaminación por emisiones de CO2.
Sin embargo, para que los coches autónomos comiencen a transitar las calles aún quedan algunos años por recorrer, siendo necesario llevar a cabo mejoras técnicas sobre estos vehículos, la revisión de las leyes de circulación y la puesta en marcha de una nueva formación para los conductores.
¿Ansioso por montar en uno de estos coches del futuro? Coméntanos tu opinión sobre este interesante avance automovilístico